Meditando...

Todo lo que zanjemos, que en ello quede: zanjado. No debo intentar y forzar algo que he decidido terminar, dejar atrás como algo vivido y que en ello quede. Punto y final. Que todo lo nuevo bienvenido sea y que si algo del pasado que he querido olvidar vuelve, que lo haga únicamente por razones del destino y no porque yo haya querido dar lugar a que ese reencuentro suceda...no puedo seguir viviendo de lo bonito y dulce que fue...si se terminó fue por algo y estoy harta de tener esos malditos días de bajón en los que me compadezco de mí misma y me arrepiento de esas decisiones que me hicieron dejar eso que tanto amé, que tanto quise...siempre seguiré queriendo esos momentos pero con otra intensidad...no puedo intentar volver a hacerlos florecer como si nada hubiese pasado y no hay tiempo para volver atrás ni para arrepentirnos de lo que un día decidimos e hicimos y quisimos dar por terminado porque en eso queda: FIN. Borrón y cuenta nueva. Los remordimientos son una perdida de tiempo.
Pensar en el pasado con una sonrisa en la cara sin dejar derramar lágrima alguna ni intentar recordar y vivir todos aquellos lindos momentos ya que lo único que puedo conseguir es afectar a mi presente y con ello hundir poco a poco mi futuro.
Todo lo bueno se acaba, dicen. Pero algo bueno debe perdurar por siempre, no? Y eso debe ser nuestra vida. Seguir adelante y sonreír a lo que venga y lo que se acabe simplemente se acabó pero, eso sí, no se enterró porque jamás debemos cavar para esconder el pasado simplemente aprender de los errores cometidos en él y recordar de lo bonitos que son los grandes momentos pero mejores serán los que están por venir....
Vivamos nuestro presente para recordarlo así de bien en el futuro como estos añejos caballeros porque aunque la foto no es buena las intenciones sí que lo eran pero es dificil plasmar lo que sientes en cada momento en una fotografía y más si es de un simple amateur pero insisto: realmente en persona me transmitieron muchísimo y la sensación fué preciosa...no tiene ni imagen ni mil palabras